Cerámica Gloria Lazo, el emprendimiento valdiviano que nace de la pasión por el arte y la arcilla

Con una inexplicable conexión y vocación por el trabajo en cerámica, Gloría Lazo logró en el sur del país alcanzar sus sueños y comenzar su propio negocio.

Trabajando desde hace muchos años en la educación, como profesora de artes visuales, Gloria Alicia Lazo, tuvo la oportunidad de mudarse desde la capital del país a la lluviosa ciudad de Valdivia, donde junto con empezar una nueva vida tuvo la oportunidad de forjar su vocación y alcanzar sus sueños.

Desde muy niña siempre mostró afinidad con las artes plásticas y el barro, algo que en la universidad se vio reflejado en sus trabajos en cerámica, donde descubrió una especie de conexión especial que hasta el día de hoy no ha dejado de sentir, pero que por mucho tiempo tuvo que dejar abandonada por los gastos económicos que tenía esta profesión.

“Los costos de los equipamientos eran muy caros, por lo que al salir de la universidad lo dejé. Luego de unos años de trabajar y tener mis cuentas ordenadas, decidí invertir en un horno. Ese fue un juguete nuevo, que temía no saber usarlo, pues habían pasado varios años”, narra Gloria a Diario Emprende.

Contenta por haber adquirido casi “impulsivamente”, su nuevo juguete, la profesora de artes visuales estuvo por mucho tiempo indecisa en reanudar su pasión, hasta que un día su hermana le dio el impulso que tanto necesitaba.

“Mi hermana mayor nos contó que se casaría, entonces decidí hacerle un regalo muy especial. Modelé los novios de la torta, una mini escultura basada en "el beso" de Gustav Klimt y un cuadro, un pequeño mural recreando a una mujer Aymara en el desierto. Ese fue el punto de partida de mi nuevo periodo en contacto con el barro”, recuerda con cariño Lazo.

Decidida a retomar sus trabajos en cerámica, sus siguientes pasos fueron refrescar los conocimientos adquiridos en la universidad, estudiando por su cuenta y participando en foros.

“Busqué talleres en Valdivia, fue muy difícil, hasta que llegué a un hombre que me hizo recuperar la confianza en mis manos para trabajar el barro. Dago, así le digo con cariño, el maestro entregaba todos sus conocimientos en su hogar en su taller de Alfarería Mapuche”, señala la emprendedora.

Del arte y el emprender

Gloria recuerda con cariño que las primeras artesanías que logró fabricar fueron vasos cerveceros, en un proceso que describe “como un juego” puesto que siente una especial conexión con su niña interior cada vez que moldea en arcilla.

"Mi mamá siempre me dice que siente que me voy a otro mundo cuando trabajo y juego, siento que me conecto con mi infancia, estoy jugando con barro. Partí jugando y de pronto me di cuenta que a través de este juego iba conquistando los gustos de otros", relata la emprendedora.

A pedidos de sus conocidos y cercanos fue perfeccionando su trabajo y comenzó a tener confianza en sus talentos, algo que fue fundamental para iniciar su propio negocio “Cerámica Gloria Lazo”.

“Esto fue de la mano con un proceso de superación y crecimiento personal, luego de un dolor muy grande. Con ello decidí lo que a mí me hacía bien y hacía dónde quería ir. Hubo un momento en que mi taller se transformó en mi propia terapia”, detalla Lazo.

Hoy Cerámica Gloria Lazo, ofrece a sus clientes diferentes objetos utilitarios como jarras, vasos, tazones y teteras, además de impartir talleres personalizados con no más de tres aprendices por día, quienes conocen y se relacionan con este oficio.

En este crecimiento, la emprendedora agradece enormemente a su familia y amigos que han visto crecer su proyecto y quienes fueron sus primeros clientes.

"Agradezco a otras emprendedoras que me empujaban a ir un paso más allá. Puedo destacar a la Pame de Sweet Life, a la Agrupación de emprendedores del Krahmer, también agradecida de Alejandra Saldías, por su programa “Imparables, a mis estudiantes del taller, muchos se han mantenido por meses”, valora.

Metas por alcanzar 

Al reflexionar sobre el crecimiento de su emprendimiento, el cual ha participado de diversas ferias y ha enseñado a valdivianas y valdivianos el arte de la creación manual, Gloria espera continuar trabajando para ofrecer a la comunidad sus productos con identidad propia.

“Por lo pronto espero postular a los proyectos para hacer crecer nuestra marca. Se vienen los fondos concursables y confío que nos irá bien para ir formalizando y aumentar nuestra clientela”, comenta a Diario Emprende.

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