#EmprendedoresDorados: Gladys Fuentealba, fundadora y ex rectora CFT Iprosec Osorno

Madre, artesana y contadora, relata a DiarioEmprende.cl las claves del éxito de uno de los CFT más antiguos de Osorno. Revisa su historia.

Casi la mitad de su vida fue la dedicó Gladys Fuentealba Espinoza al Centro de Formación Técnica IPROSEC en Osorno. La casa de estudios tiene treinta y cinco años desde su fundación y de ellos 33 fueron liderados por Gladys.

Gladys, con la experiencia de sus 7 décadas, no desmaya en su espíritu emprendedor. 

Actualmente dedicada a otros proyectos, sin embargo continúa su participación en Iprosec a través del Consejo Superior y es que reconoce que después de una vida dedicada a un proyecto como este no es fácil soltarlo al 100%. 

Pese a que su hija Claudia tomó la rectoría de IPROSEC, el espíritu emprendedor de Gladys no ha decaído, sigue armando y creando sueños, hoy está enfocada en el turismo y la artesanía, tiene cabañas para arrendar en el sector de Pancul y además una tienda donde vende sus creaciones. 

POR NECESIDAD

Su vida ha sido una aventura que no ha parado, a los 32 años comenzó con el sueño de empezar un negocio, “en ese momento tenía 4 hijos y desde siempre me dediqué a trabajar para poder salir adelante. Siempre hice artesanías porque era lo que me permitía cuidar a mis hijos y aportar a la familia, pero surgió la posibilidad de formar algo en Osorno y según lo que la gente requería el Instituto Profesional era una necesidad. Así mi marido en ese momento me dijo “Tú te haces cargo” y así con el arriendo de la casa partimos con 3 carreras en el año 1986”, recuerda Gladys. 

¿Entonces qué siente que fue lo que la motivó a emprender?

- Fue primero las ganas de salir adelante con mi familia y también hacer algo que aportara en algo a otros y obviamente un espacio de educación es un aporte para las personas y las familias porque les entrega las herramientas para trabajar, desarrollarse y es el instrumento de movilidad social más importante que existe. Realmente siempre tuve las ganas de hacer cosas pero este proyecto me llenó el corazón, me apasioné y si bien tenía que trabajar mucho haciendo de todo, viajando y muchas veces descuidando mi vida personal, fue muy motivador y no me arrepiento de haberlo comenzado y haber transformado la vida de tantas personas. 

¿Hubo algún momento en que dudo sobre seguir? ¿Algo que la haya hecho dudar de su decisión? 

- Sí, hubo un tiempo, yo diría como al tercer año, cuando estaba muy cansada de viajar, de la distancia porque yo soy de Temuco, tenía mi familia allá, los hijos estudiando, y pensé “vale la pena el sacrificio, ¿si dejo esto hasta aquí?” Pero después pensé, en lo que había logrado, partir desde la nada, sin conocer a nadie, siendo una afuerina en Osorno, en un área nueva para mí, todo lo que había avanzado en esos años, dejarlo no era justo. Así que seguí, me traje a mi hijo menor y aquí andaba corriendo con él, pero estaba feliz, haciendo lo que me gustaba, y aportando a la educación, a la vida de cientos de personas que pudieron sacar adelante sus estudios básicos, medios, superiores, conociendo otras personas, me involucré con los gremios, me volví parte de Osorno y la gente de Osorno me aceptó. 

¿Cuál cree que han sido las claves de su éxito?

- Creo que la clave de todo proyecto es hacerlo con amor, apasionarse por lo que uno hace le da la motivación para seguir, para ser perseverante, darle un sentido a lo bueno, a lo malo, darle una vuelta a lo que estamos haciendo, cómo lo estamos haciendo, y también tener ganas de hacer cosas, de crear, de aportar y ser un aporte en lo que uno hace, eso hace lograr lo que uno desea. El amor es la base de todo eso. 

Iprosec en 35 años ha formado a más de 4 mil profesionales y pese a la pandemia continúa con una matrícula de 600 alumnos este 2021. Está dirigido por su rectora, Claudia Romero, hija de Gladys, quien ha heredado el deseo de “hacer cosas” de su madre y sigue por el camino de la innovación para el Centro de Formación, buscando nuevas carreras y postulando a la acreditación, para que sus alumnos y alumnas puedan obtener otros beneficios. 

Luego del CFT ¿Cómo se ve en los próximos años? ¿Piensa en dejar definitivamente el CFT?

- Pienso en que quiero seguir haciendo cosas, creando nuevos recuerdos en viajes y actividades con mi familia, otros negocios que ellos quieran emprender, seguir apoyando en Iprosec, a mi hija, haciendo mis creaciones, otras cabañas quizás, no podría quedarme tranquila, no sirvo para estar sin hacer, por eso en mis creaciones de decoración uso todo lo que me sirva para darle una segunda vida, así mismo creo que debe ser, siempre podemos ser buenos para algo más y servir a alguien para algo. 

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