Punto de vista
Por César García Valenzuela , 26 de abril de 2022 | 22:25"La pelota al piso, el desafío del desarrollo sustentable"
Atención: esta noticia fue publicada hace más de 2 años"Desde nuestra trinchera cada vez que trabajamos en un plan de negocios con un emprendedor, tratamos de sembrar la semilla de prácticas que vayan dentro del ámbito de los negocios relacionados con economía circular", reflexiona.
En el fútbol, el termino de “pelota al piso”, sirve para ralentizar el juego, ordenar a los jugadores y bajar el ritmo para colocar las piezas en orden.
Hoy como sociedad y agentes de cambio debemos colocar la pelota al piso respecto al cómo nos relacionamos, producimos y nos desarrollamos como personas y nuestras respectivas actividades en función con nuestro medio ambiente. Todos los días nos encontramos con noticias cada vez menos esperanzadoras respecto a nuestro impacto en nuestro entorno, esto acompañado de terminología, siglas, temperaturas máximas y nuevos términos económicos, que hoy son la base de estudio de esta nueva problemática.
Pero vemos que más allá de las alertas y preocupaciones de los stakeholders, a través de discurso, manifestaciones e incluso columnas de opinión como ésta, no se ve una urgencia real y concreta como debiese ser según los mismos estudios que nutren estas nuevas alertas.
En la década del 60´ el ecólogo norteamericano Garrett Hardin, advirtió acerca de la “tragedia de los comunes” donde plantea que los recursos compartidos tienden a ser sobreexplotados por los usuarios individuales hasta quedar completamente agotados para todos los ciudadanos.
También podemos reflejar esto con la famosa frase “cuando el problema es de todos, no es de nadie”. En economía tradicional se utiliza el término “Externalidades negativas” cuando una industria genera un impacto negativo en su entorno, como la contaminación de un río/mar, muerte de especies nativas, escases de agua en napas subterráneas, entre otra larga lista.
Pero con utilizar el término “externalidad” ya refleja una concepción del problema como externo, de otro, de allá bien lejos.
Lo mismo pasa con las personas y he aquí el real problema, las industrias, empresas, organizaciones, gobiernos, son conformados por personas, como usted y como yo.
Hoy sacamos nuestros desechos domiciliarios, y lo dejamos en el tacho de la basura, solucionamos nuestro problema, hicimos nuestra parte, y ahora es problema del camión de la basura.
Estos ejemplos de cómo las personas no internalizamos el problema y mientras las personas no tomen este problema como suyo (no del otro) no podremos dar la pelea de lo que nos viene.
No vamos a desconocer que nuestros hijos, que están en su etapa de formación tienen otra concepción de esta relación con nuestro entorno y la educación siempre debe ser nuestro faro para conseguir una mejor calidad de vida como sociedad y vemos esfuerzos de privados y públicos de enfrentar desde este ámbito “la solución”.
Pero vamos dejando el problema y la solución a las próximas generaciones siendo que el problema es más urgente de lo que percibimos, por lo tanto, es imperativo que nos centremos en el hoy y en el ahora en el cómo desde mi lugar puedo ser parte de la solución ante el problema que estamos generando.
Según nuestra opinión, el problema debe ser apropiable por la persona de pie, con un lenguaje simple, directo y ejemplificando de manera práctica, las acciones que nos encaminen a que nuestras actividades minimicen el impacto.
Desde nuestra trinchera cada vez que trabajamos en un plan de negocios con un emprendedor, tratamos de sembrar la semilla de prácticas que vayan dentro del ámbito de los negocios relacionados con economía circular y sus diversas formas de aplicabilidad, por ejemplo, rechazando insumos o productos que generen una alta cantidad de plástico, reparando artefactos que pueden ser reparados, reutilizando implementos que podemos darles un uso más de una vez, entre otras tantas buenas practicas que podemos implementar en un negocio o en un proceso industrial.
Es un camino no exento de complejidades, pero que inevitablemente debemos recorrer para evitar o retrasar un colapso del medio ambiente y bien saben los futboleros que una cosa es poner la pelota al piso y otra muy distintas es salir jugando.
Por César García Valenzuela
Coordinador Centro de Negocios Sercotec Puerto Varas